No hay que reir siempre


Esta bien, te cae la cerveza en el tórax y, uno puede besar algunos ombligos, sabes, hay gente que se esfuerza tanto por reír no alcanzan a apreciar la ira, el perdón o el enfrentamiento con uno mismo después de una borrachera, que después de todo empieza a saber dulce, ese dulce del amargo del aguardiente, no es que te quiera hacer llorar, pero es que hay días que somos tan ácidos, no son muchas las enciclopedias que hay que leer para encontrar a sqiurrel nut zippers, bellos desiertos en los que te me escondes, ¿pero podria ser otro el que hiciera lo que yo?, le echare cianuro en el desayuno, incluso podria morir feliz con un beso tuyo, no lo podria hacer el desgraciado,... no llevamos ninguna disciplina, y hay algo, no hay que reir siempre, apreciemos ese no tener que ser un payaso sin cargos de conciencia, por que los arrepentimientos sulfuran la risa y la descomponen, la risa es tan traumatica como el llorar, abusamos bellos de ella, pero puede empezar a oler feo en la boca de muchos.
Hay silencios que son tan hermosos, que ni siquiera la risa podria representar esa verdad.
Riamos, si es que se dice asi, incluso si pudieramos de nuestros propios pezones, pero nunca desestimemos el silencio.
... si y al final seguimos riendo.


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1 comentario:

Amarilla dijo...

Los cangrejos saben dibujar acertijos en el aire. Los duraznos… cigarrillos... bombones en un dia de tristeza.....todo a veces forma un huracán que hace ruido en los arboles. Tendremos que cazar pájaros de madrugada. Para reír en toda la tarde o para guardar la comodidad de un silencio que se bifurca cada mil horas. hacen falta mas salidas de emergencia en este cuerpo que hace las veces de manicomio ambulante.


nos faltan botellas para describir los desiertos cariño.

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