La caja de pandora puede volverse a cerrar.

Hasta aquí no llega el sonido de los árboles; muchos corren detrás de ideales destructores, de frustraciones y esfuerzos vanos, no es sólo ese mundo simbólico al que sucumbimos como humanos, la completud no esta en los metales fundidos ni cerca a los chips, o en hermosas caricaturas de nuestras vanidades; el futuro no será nada mas que un vacío si el sonido de los pájaros abandona el cielo, si el río cercano es nuestra propia mierda, si una vez mas vendemos nuestra alma por algunos billetes.



Una vez mas nos separamos para tratar de entendernos, una vez mas en este mundo terrible estamos tan cerca y tan lejos todos unos de otros.
Porque estamos enfermos y fundiremos todo al plástico, creando al rededor solo un retrato de esa enfermedad que nos consume. No hay sentido si en el centro de todos nuestros esfuerzos no hay balance y si nuestros logros no nos permiten entender. Tal vez no nos extingamos pero pronto seremos solo unos pedazos de carne andante y muerta, esperando que la música nos devuelva lo que perdimos el incendio de nuestras almas quemándose en ese infierno sintético que nos ha costado tanto crear.
Ya no vemos nuestra conexión con el mundo y pretendemos desligarnos, olvidarnos,  que somos seres de la naturaleza.

Botellas que se quiebran para no olvidar.



Una noche trasgrediendo,
Oscuridad y mil tequilas nos funden,
En el sereno actos de vandalismo erótico, invasiones peligrosas de pasillos ajenos y exhibicionismo egoísta, el sol y la resaca de la mañana solo recuerdan el momento de volver a métodos ortodoxos.

En toda la noche no moví la almohada del lugar que tu escogiste, por instantes tu voz parecía mi hogar y tus mágicos toques se parecían a ese confort que siempre me hacen despertar con mucho calor en la entrepierna, la tarde te reveló un pasadizo, una marcha de poder y yo desperté a las 4 de la mañana recordando que tan solo estaba en un hotel.

La cabeza da vueltas y aun me quedan algunas ramitas en los pulmones, piedras en los ojos y una sonrisa inolvidable.


Ojala no tengas que limpiar tu alma, por que yo la mía la dejare así. Pero he de confesar que estaba muy borracho para caminar.